¿Te gustaría hacer que algún espacio de tu hogar u oficina aparente ser más grande de lo que es sin necesidad de tirar paredes? ¡Claro que lo puedes lograr! La clave está en utilizar pintura de los colores correctos para que tu espacio se vea mucho más grande.
Lo primero que necesitas saber es que el color blanco es el tono que más logra el efecto de ampliación visual, sin embargo, existe otra gama de tonos que funcionan perfecto e incluso lucen más cálidos, por lo tanto, la recomendación es enfocarte en una gama de: grises, vainillas, beiges claros y por supuesto el tono ya mencionado “blanco”.
Adentrándonos en la gama de tonalidades frías o claras debemos hablar del color azul cielo y verde menta, además de ser colores lindos, son ideales para habitaciones infantiles.
Otra forma más arriesgada y atrevida que puedes usar para añadir profundidad a los espacios pequeños, es combinando dos colores distintos. Por ejemplo: Una pared con color oscuro que marque paso hacia una habitación de color contrario, esto conseguirá un efecto profundidad, que hará tu espacio más amplio y largo.
Otros tips:
Usa muebles pequeños y blancos preferentemente, estos reflejarán luz y por supuesto ocuparán un menor espacio de percepción visual.
Procura que las paredes que llevan una ventana, sean pintadas con colores fuertes para crear la ilusión óptica que potencializa y mejora la entrada de luz a la habitación.
Recuerda que los techos blancos proporcionan mayor altura y por consecuencia nos harán sentir en un espacio amplio.
Usa espejos en las paredes, juega con formas geométricas logrando que con el reflejo logre ampliar e iluminar dicho espacio.
Juega con todas las combinaciones que más te gusten y logra convertir cualquier espacio en tu lugar favorito.